La alimentación es una parte importante del tratamiento contra el cáncer. Comer los alimentos adecuados durante y después del tratamiento puede ayudar a que el paciente se sienta mejor y más fuerte.
Se recomienda mantener un peso saludable, comer suficientes nutrientes esenciales (proteínas, hidratos de carbono y grasas saludables) y mantenerse activo dentro de las posibilidades.
Las recomendaciones nutricionales se basan una dieta rica en frutas, verduras y cereales integrales.
En el siguiente archivo, ampliamos esta información:
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